“Fernando Espino: a todo o nada”

VITTORI Fernando Espino“Conocí a Fernando Espino hace 25 años, en casa de sus padres, un anochecer de octubre o noviembre. Él estaba en el patio, absorto, minucioso, trabajando con amor de orfebre los copiosos planos de ‘Plumas y escamas?. Era un muchacho arrodillado, como en oración, frente a la imagen que iba naciendo de sus manos, en medio de los círculos concéntricos que formaban, a modo de mandala, los cigarrillos humeantes.

Hoy, en su madurez, cuando una obra respalda su consagración, se diría que, en el plano afectivo, Fernando ha plasmado dos amores, además de su inveterada pasión. Beatriz Martín -su mujer, pintora, coleccionista de sueños- y Pablo, el hijito de ambos, por el cual está aprendiendo los gestos de la ternura. Junto a Beatriz y a Pablo -nombre éste también de pintor, como el del gigantesco malagueño-, las vanidades del mundo no le importan. Le importa resolver sus cuadros con esfuerzo denodado o soltura gozosa. 

Fernando Espino, a los 48 años, ha sabido elegir la soledad de su estudio, el retiro de su jardín, que es donde mejor conviven el adulto y el niño alojados en su carácter. Allí, Fernando-niño le tiene miedo al dentista y a los fantasmas (a esos fantasmas que no existen, pero que a él lo habitan como al viejo molino de la fábula), y Fernando-adulto vela por el hijo reciente mientras compone sus telas con renovada fe, como si pensara: ‘Para desprenderme de mis ruinas, necesitaba alas. Y volé. En este mundo hundido ya apenas me detengo’ – Paul Klee”.

(José Luis Víttori – Santa Fe 20/11/79)

 

 
FICHA:
Autor/es: Víttori, José Luis
Publicado: Ediciones Colmegna. Año: 1980
Tipo: Ensayo
Páginas: 30
Idioma: Español