“Agustín Zapata Gollán: Hitos”

VITTORI Hitos“Hemos venido a honrar la memoria de Dn. Agustín Zapata Gollán y, en el cuarto aniversario de su muerte, comprendemos que no es posible llenar con palabras su ausencia.

Frente a la muerte las palabras no pesan, apenas ocupan lugar y tiempo, en tanto una vida rica en hechos sí pesa entre los demás, ocupando un lugar y haciéndose sentir como una presencia tangible por el pensamiento impreso en sus obras y los resultados de un enérgico y perseverante accionar.

Agustín Zapata Gollán fue un predestinado, una de esas personas dotadas y reservadas para cumplir una misión, en la cual concentran toda su inteligencia y su actividad, ni bien advierten el principio del camino a recorrer.

Es curioso pensar que las ruinas de la primitiva Santa Fe, la única ciudad del siglo XVI conservada en el Río de la Plata, lo esperarían trescientos años, soterradas en su sitio original, escondiendo para él bajo los túmulos de sus propios materiales, los vestigios innumerables y elocuentes de una época, llamándolo a interpretarla en una paciente hermenéutica que la reviviría hasta en sus rasgos más secretos.

También es curioso pensar que, a partir de la madurez en que se alumbra el principio de la misión, le serían dados cincuenta años de vigor y lucidez para completarla sin vacilaciones. Lo cierto es que, a medida en que avanza la edición de la Obra Completa, vamos tomando conciencia de la complejidad y diversidad de lo actuado y pensado por Agustín Zapata Gollán en su campamento de Santa Fe la Vieja, o en los archivos de Indias trajinados en Lima y en Sevilla, sobre la exploración, conquista y colonización de América y en especial del Río de la Plata, desde las singladuras de los primeros pilotos que se aventuraron, bajo un cielo desconocido, por los enigmas de las costas marítimas y los ríos meridionales, al ‘otro lado del mundo’.

Lo hizo con amenidad y soltura, en un tono coloquial, quitándole a su saber la gravedad de la historiografía. Era un estudioso de muchos recursos. Sabía encontrar y descifrar las pruebas documentales, pero, poseedor de una imaginación plástica y de una intuición poética su ideal no consistía en lograr páginas de historia, sino en revivirlas o, mejor, en revitalizar la escena èpica cuyos actores fueron Pedro de Mendoza, Domingo Martínez de Irala, Juan de Garay, Martín del Barco Centenera, Hernando Arias de Saavedra, doña Mencía Calderón de Zanabria, doña Jerónima de Contreras, Isabel de Guevara y otros hombres y mujeres célebres por su entereza en esos lejanos tiempos españoles, indios, criollos, mestizos, encarnados en el verbo sagaz del escritor.

Porque lo fue en su obrar la etnografía de estos ámbitos, escritor e imaginero a la vez, ocurrente en el humor vario de sus aptitudes descollantes, en su visión nada convencional de la cultura hispanoamericana.

Así, al cabo de cuatro años, uno lo recuerda vivo en su saber, en su anecdotario, en la renovación temática de sus búsquedas, en la fluidez de su memoria, sintiendo que falta y cuánta falta hace entre nosotros.

Tiempo ha, la mañana en que se descubrió este busto, una paloma posada en lo más alto del tejado, nos observó todo el tiempo, como si supiera qué estaba ocurriendo en el Patio de los Naranjos. Sentado aquí enfrente, mientras el doctor Francisco Magín Ferrer leía su estupenda semblanza, pensé que en esa paloma había, irónicamente si se quiere, algo de Agustín; algo del alma alada de Agustín, todo un símbolo de la libertad de vuelo y auténtica inspiración que fecundó sus trabajos y sus días, en estos rumbos del sur.

Sólo resta decir que lo extrañamos en su mirador del piso alto, abierto a la luz del parque, al aroma de los pinos y al canto amanecido de los pájaros, o en su recoleto y servicial despacho del museo; todos lo extrañamos: sus amigos y colegas, historiadores, etnógrafos, escritores, artistas plásticos y educadores, reunidos aquí, esta mañana para recordarlo… lo extrañamos y lo celebramos desde lo más hondo de una necesidad de comprender el carisma del hombre y del estudioso que fue.

Reciba en el más allá la nostalgia de este homenaje, el testimonio de nuestra estima”.

(Palabras leídas en el acto de homenaje a A.Z.G., organizado en el cuarto aniversario de su muerte por el centro de Estudios Hispanoamericanos, la Asociación de Amigos de Santa Fe la vieja y el Museo Etnográfico y Colonial, en el Patio de los Naranjos del Colegio de la Inmaculada Concepción y que hace de prólogo de este libro. 11/10/90)

FICHA:
Autor/es: Víttori, José Luis
Publicado: Centro de Estudios Hispanoamericanos. Año: 1994
ISBN: 987-998-420-X
Tipo: Estudio
Páginas: 51
Idioma: Español